Presentación

 

El Test de Turing es un experimento para cuantificar la inteligencia en una máquina. Se fundamenta en la hipótesis de que, si en una interacción ciega, no somos capaces de diferenciar a un humano de una máquina, debemos atribuir al programa tanta inteligencia como al sujeto. Pero el participante, en el experimento clásico de Turing, adopta una actitud distanciada, objetiva, puramente interesada en la deducción a partir de la exploración del contenido de los mensajes. Y, hoy conocemos que existen aspectos de la comunicación humana que no son el resultado de ningún análisis.

Por ejemplo, desde la infancia, existen capacidades expresivas relacionadas con la coordinación corporal, con el patrón temporal en el que se intercambian los mensajes y con los procesos de empatía y de sintonización de emociones con nuestros interlocutores. En estos casos, los sujetos no utilizamos la observación de los movimientos corporales y faciales (la posición, orientación, tono de voz, gestos, sonrojo,...) para deducir lo que está pensando el otro, sino que "entendemos qué ocurre" de manera directa, espontánea y sin ningún tipo de análisis. Y esta capacidad la tenemos tanto en el mundo físico como en nuestras interacciones a través de las redes sociales.

 

El Test de Turing de cruce perceptual pretende estudiar esta capacidad para "ver" directamente qué le ocurre a nuestro interlocutor sin necesidad de deducirlo de sus mensajes. Para ello se ha desarrollado un marco de interacción experimental mínimo en el que dos sujetos, situados en computadores diferentes, interactúan compartiendo una misma aplicación virtual. Cada participante modifica la posición de un cursor en la pantalla a lo largo de una línea mediante el movimiento transversal de su ratón, y recibe un estímulo en el momento en que el cursor se cruza con algo durante su movimiento. Los sujetos podían cruzarse con dos tipos de cosas: el cursor real del otro participante o un robot diseñado para simular el movimiento del cursor contrario. 

                             

     

 

¿Eres un humano o una máquina?